La Posada Cercedilla

Cabaña para 6 personas. Se nota el paso de los años y la parte de la cocina necesitaría una reformilla. Falta menaje, la vitrocerámica tarda una eternidad en calentar. No hay mucha información para realizar alguna actividad. La zona de camas de la cabaña es abuhardillada, pero está bien. En general está algo descuidada y necesitaría darle un poco de brillo y más detalle en la decoración, todo muy desangelado.

Una de las peores experiencias de mi vida. Todo daba sensación de estar abandonado, sin nadie que te pueda atender. Reservamos una jaima, y una de las noches, hubo un diluvio increíble por la noche. Pues tuvimos que pasar mi pareja y yo toda la noche en la jaima mientras había una tormenta eléctrica. No había nadie en el recinto que nos pudiera atender, tuvimos que pasar toda la noche sin electricidad (ya que se había cortado por la tormenta) , con frio, miedo de que nos cayera un rayo o por ahi cerca, ya que estábamos en pleno bosque, rodeado de arboles. Un auténtico desastre de sitio, y es una auténtica pena, ya que las vistas son maravillosas, pero es una pena que quien lo lleva, lo haga tan mal. No volvería ni aunque me pagasen.

Mi experiencia ha sido pésima. Habitaciones sin acondicionar, hace muchísimo calor, está todo lleno de bichos, limpieza bastante regular.... Y para colmo anoche hicieron un evento en el asador El Corralón que está justo debajo, del cual no nos avisaron, que deberian haberlo hecho según me confirmaron los del Asador, ya que tuve que llamar porque era imposible estar con el ruido en la habitación. Debido a este evento no pudimos aparcar, porque donde se supone que podemos aparcar estando alojados en la posada, estaban aparcados todos los coches de las personas que estaban en el evento, ya que no se indica nada de parking exclusivo clientes de la posada, vamos muy mal organizado todo. Y por supuesto no hemos podido dormir nada, entre el ruido, el calor y los bichos.... Además que se oye todo de una habitación a otra, no está nada aislado. Me ha parecido muy caro porque lo que ofrecen es muy muy pobre, las instalaciones son totalmente pésimas. Además de esto tienen un perro de la raza San Bernardo, totalmente sucio.... sinceramente no me parecen condiciones para tener a un perrito mayor, al cual dejan encerrado de noche solo por lo que hemos visto. Nosotros que somos amantes de los animales nos hemos ido con mucha pena por él, porque es un encanto de animal, y se merece otra cosa. En resumen no recomiendo ir a esta posada en absoluto.

El alojamiento ofrece varias opciones de estancia. es acogedor y bonito, está cuidado, y tiene buenos servicios. La parte negativa es que en las habitaciones contiguas se oye todo lo que pasa en la habitación de al lado, tv, conversaciones…las paredes son una tabla de madera. No había calefacción en el mes de abril. No hay mucho espacio para aparcar.

Reserve 3 noches en un primer momento, pero vi algunas reseñas en relación a los perros de la finca y me dio bastante miedo, como ya no podía anular, lo dejé en una noche....ojalá no haber ido ni una sola noche, nada más llegar, yo iba con 2 perritos pequeños, uno de los San Bernardo, vino directamente a atacar a mis perros...logramos quitarlo rápidamente, x la noche salimos a dar un paseo y ahí ya fue mucho más agresivo, vino gruñendo, marcó a mi perro q estaba temblando, yo gritando desesperada y allí no aparecía nadie, volví a recriminarle q x favor controlará o x lo menos vigilará a sus perros sueltos...ni caso, ni.perdon, absolutamente nada...un horror de experiencia, no recomiendo q vayas con tus perritos ..es un peligro absoluto y la dejadez del dueño lo peor de todo....

Cuidado con sus perros. Tienen sueltos sin ningún control ni educación a dos perros enormes San Bernardo que al ser su finca se tornan territoriales y agresivos con otros huéspedes y perros sin razón alguna. A mi pareja y mi perro les han intentado atacar hasta tal punto que mi pareja tuvo que pararles y empujarles con sus propias manos mientras ellos gruñían y ladraban en una actitud que a mí me hizo pasar mucho miedo, conseguimos, a duras penas, salir de ahi sin daños. Los dueños de los perros inexistentes no se hicieron cargo de la situación y ha sido sin lugar a dudas la peor experiencia que he tenido un alojamiento en mi vida. Menos mal, la situación no acabó en desgracia pero estuvo muy cerca y me veo en la necesidad de avisar a cualquier futuro viajero que evite este lugar a toda costa y menos aún si viene con su querida mascota.