He visitado este hotel en varias ocasiones y siempre he valorado su excelente ubicación, a pocos pasos del centro.
Sin embargo, en esta ocasión, mi experiencia no fue del todo satisfactoria. La habitación que me asignaron tenía el aire acondicionado ubicado muy cerca de la cama, lo que hacía que el aire frío diera directamente, incluso ajustándolo a 25 grados. Apagarlo no era una opción, ya que el calor se volvía insoportable.
Además, tuve un inconveniente con la atención en recepción. Un empleado me informó que podía acercarme antes de las 14:00 para verificar si mi habitación estaba disponible. No obstante, al llegar, la recepcionista me respondió de manera poco amable, asegurando que la habitación no estaba lista, sin siquiera preguntarme cuál era la asignada.
El desayuno sigue siendo un aspecto incómodo. No es posible servirse libremente, ya que siempre es necesario solicitar lo que se desea y el personal lo sirve. Además, la variedad es bastante limitada: hay poca oferta de fiambres, quesos, tés y frutas. De hecho, en esta ocasión, la única opción de fruta disponible era ensalada de frutas.
Sehr gut
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